La Música y el Barrio como Unidad
Luis Delgado-Aparicio Porta
*No hay bala que mate la verdad cuando la defiende la razón* (Rubén Blades)
La cuna de la música en la antigüedad fue con los sumerios en Mesopotamia, bañada por los ríos Éufrates y Tigres, en el IV milenio A.C. En Egipto seguido de Grecia y Roma, ésta tuvo una función social. En la Edad Media se desarrolló la música gregoriana y la profana; en el Renacimiento fue polifónica, seguida del Barroco, en el último tercio del siglo XVI, para luego ingresar en el Clasicismo, con la opera seria y bufa. El siglo XVIII está dominado por el Romanticismo, seguido del Nacionalismo de las escuela Rusa, Checa, Húngara, y el Posromanticismo con Cesar Frank y la Schola Cantorum. La moderna o contemporánea se caracteriza por su diversidad, de tendencias estilos y lenguajes, siendo estos los rasgos incubadores de su gran variedad. Dentro de ellas, la del ‘populórum’, adquiere un singular frenesí por su rica cadencia mulata y rítmica. Curt Sachs las diferenció en Intraversa (blanca) y Extraversa (negra). Una tiende a la reflexión y el análisis; la otra, a la motricidad y al baile.
PORTICO
Una verdad amarga recorría nuestras tierras sudamericanas hace decenios. Cuando uno decidía hacerse músico patogénico, esto es, de pueblo, la sociedad lo miraba con cierto recelo, incómoda por la decisión del aventurero. ¿Qué futuro le depararía a quien tomaba semejante camino? Se podía cantar en la escuela o en la iglesia, en las veladas familiares o juveniles, pero de allí a tornarse juglar, había una astronómica diferencia. Algunos estudiaban música clásica o logogénica, ‘ortiziana’ en su nomenclatura conceptual, siendo respetada pero muy poco comprendida. Pero de allí a inclinarse con base teórica o de oídas a entonar guarachas y boleros, pasó inmediato hacia la nocturnidad que es su ámbito, relajaba el entorno y uno era casi sometido a una suerte de veredicto inquisitorial por sus familiares y adláteres. Cuántos casos conocemos y qué enorme admiración y respeto sentimos por esos personajes tan dignos.
No sucedía lo mismo en otras latitudes. Por el contrario, se auspicia y se incentiva cada día más a estudiar y a dedicarse profesionalmente a la música. Si los sonidos originales monocordes que hacían los pre-históricos fueron primero que el verbo, la consagración posterior a difundirla, como patrón, canto o estribillo, es como la pintura o la escultura, orgullo de las civilizaciones. ¿De donde viene entonces ese preconcepto que lo popular tiene una escala de valores que denigra a quienes se embarcan en su culto o travesía? Una explicación podría ser que los que se inclinan por este género tocan de oídas, trovadores de cantinas, peñas, bares y todo lo que la noche alberga. Esta percepción ha cambiado desde hace mucho tiempo, siendo los músicos hoy en día, egresados de conservatorios y escuelas, educación que les permite leer a primera vista.
Los conceptos y las definiciones han variado favorablemente, sin embargo, algunos aseguran que debido a ‘esos mares de locura’ los pasajeros de esa peculiar ‘nave musical’ se estrellarían contra muros de hielo, que como barreras, la equivocada interpretación de la rosa náutica, los dirigiría a un escenario fuera del cuadrante. Ergo, quienes nos trasmiten con su canto todo el acontecimiento diario, es decir, las antenas de la raza, están sus destinos dirigidos rumbo al naufragio. Si el sinsonte, ese pájaro americano de canto variado y armonioso se deja escuchar, ¿cual sería el fundamento de tan oscura discriminación para los intérpretes? Nos parece que felizmente el tiempo viene despejando esos nubarrones sociales, difiriendo las apreciaciones con mayor seriedad y revalorizando la inclinación por el género. Para tal efecto es como si tuviéramos un instrumento como el anemoscopio, con el que podemos indicar los cambios en la dirección del viento, que en la actualidad y para bien, sopla con menos fuerza y en dirección contraria. Recordemos sino, ¿que pasó con Ligia Elena?
En Norteamérica, Europa y el Asia, se motiva desde el estudio de las primeras letras a quienes tienen talento para el arte, dirigiendo sus aptitudes hacia el riguroso aprendizaje, donde sólo el esfuerzo y la dedicación, hacen que uno logre los resultados debidos. Además hay que distinguir que la música popular en esas latitudes difiere sustancialmente de la afrolatinocaribeñoamericana, en la forma y el fondo, siendo la contradanza, llegada de Europa, la que ha servido para dar forma binaria al repertorio americano. Se suma a lo anterior un triste ejemplo: como el teatro no es debidamente enseñado ni difundido en nuestra América morena, perdiendo nuestros pueblos una preciosa cantera cultural.
En el nuevo suelo, las villas (de allí procede el decir: villanos), comunidades y luego ciudades, configuraron sus catastros a la usanza europea, partiendo de la plaza mayor y la catedral, hacia las afueras. La denominación de un determinado lugar conocido como barrio, tiene denominaciones como lugar, urbe, comunidad, sitio, esquina, cuadra; en las traducciones encontramos que en la inglesa es (neighborhood), francesa (quartier), alemana (stadtteil) e italiano (quartieri). Empero, en los orígenes del jazz, nuestro pariente cercano, se le conoció al espacio como el tin pan alley, (el callejón).
Sin embargo, somos los latinoamericanos poseedores de un terreno común, pequeño y propio al que llamamos ‘el barrio’, lugar tan nuestro como la casa. Epicentro de costumbres, modas y lealtades, es el perímetro en el que nos desarrollamos y aprendemos lo que la escuela de la maestra vida nos proporciona. Solidaridades que se entrecruzan y donde no hay nada escrito; todo se trasmite como si fuera por una suerte de ósmosis de la calle; una ontogenia (formación y desarrollo del individuo), donde la filogenia (historia de la evolución de un grupo de organismos) moldeada y plasmada en la esquina, nos hace independientes de la especie, sirviéndonos como un respiradero de aire común. Como en la fenomenología que nos permite al ‘pata’ y/o ‘carreta’, (acere, socio, pana y ‘broker’ para los caribeños) trascender de la urbe a la ciudad con una filología (un lenguaje a ser estudiado) propia y una ontología (como parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades concretas) común adquirida por efectos gnósicos (conocimientos superiores) que da la vida del barrio, formado por la calle, la esquina y sus concomitancias.
La música y el barrio son, a nuestro entender, valores que nos perseguirán para siempre envolviéndonos con ese manto de olores y sabores que da la calle. Todo es real y cada uno tiene una filosofía que lleva en si, incardinadamente, un principio conductor, para encontrar en el habitante del predio, un fin propio. Hay un equilibrio que las hace, para el tema y desde nuestro particular punto de vista, indisoluble e indivisible. Una, la música se alimenta de la otra, la calle y la esquina, para constituir una unidad, que abstracta, no puede dividirse ya que su esencia se alteraría, formando desde el punto de vista Aristotélico (384-322 a. C), una entelequia (todo lo que tenemos dentro de los pensamientos e ideas ha entrado en nuestra conciencia a través de lo que hemos visto y oído), ora, la unidad que configura el barrio.
Su interrelación es múltiple y a la vez multiforme, como una vasta correlación de factores y fuerzas. El medio ambiente de ‘el barrio’, despierta una cultura, cuyo contexto y proceso forma e informa para asumir el día a día. Guarda unos valores acumulados, entendidos y prácticas, que les sirve para vivir y mantenerse, siempre con fronteras imaginarias para perseverar en lo propia, nutriéndose del exterior. Si se presentan incoherencias y contradicciones, estas se procesan y disuelven adaptándose a los hechos, sin mutilar ni escindir lo auténtico. Su identidad los hace reconciliables con el exterior, haciendo que éstas se adapten a lo que fluye en su intimidad. Hay entonces una amalgama racial, intelectual, social y política, buscando que su actuación pase de la urbe a la ciudad (lo que Rubén Blades denominó FOCILA: Folclore de Ciudad Latina).
La cultura de ‘el barrio’ tiene entendidos y agregados como valores coherentes y compartidos del sentido de la realidad que lo hacen, no sólo auténtico, sino digno. Así, teniendo como referencia la unidad de tiempo en el poema dramático, la unidad de acción y de lugar en el teatro, mencionamos, intrépida y osadamente, la que podría conformarse por esa tierra de todos y de nadie (El Bien Mostrenco del antiguo Derecho Romano), siendo simbólicamente, la Unidad Musical del Barrio atrevida denominación, bajo nuestra responsabilidad, con el único objetivo de darle forma. Aquella posesión al parecer abstracta que después de escuchada, difundida y filtrada en la esquina, sus manifestaciones las procesa la calle haciéndolas propia, como referencia obligada de un hecho común que identifica.
Esta introducción debe necesariamente terminar con una referencia local, ajena a los que en otros escritos hemos esbozado sobre el tema en esta página web. Nos referimos al libro del poeta y profesor universitario, señor Eloy Jáuregui Coronado, escrito en su peculiar y único ‘laboratorio de la medianoche’, «Usted es la Culpable» [Grupo Editorial Norma, www.norma.com, Quebecor World Perú S.A., marzo 2004, página 111-113-174-182], es un orgiástico relato, a la vez que una sandunguera ilustración, con un derroche de sabor y una enjundia notable, donde nos advierte que: “la aventura de hacer familia es en las mismas tripas del arrabal (…) la cultura del callejón es la redención de la familia, el sótano de la solidaridad con los iguales, con todos los ángeles al borde de sus infiernos, vagón de vidas en el arraigo, las inocencias en el filo del crematorio y el paraíso (…) los cines de barrio, de un tiempo a esta parte, son los cementerios donde descansan sin paz las imágenes y los sonidos de las pasiones inmarchitables (…) Hora Cero clavó una estaca en mi corazón impidiéndome un futuro de vampiro” (sic).
ENCLAVE
Así llegamos al Istmo de Panamá, donde en su ciudad capital nace Rubén Blades el 16 de julio de 1948 en el barrio de San Felipe (año en que es asesinado en la India el pacifista Mohandas Karamchand Gandhi). El padre, don Rubén Blades Bosques, oriundo de Santa Martha, Colombia, fue llevado de niño a Panamá; es deportista, aficionado a la percusión, apostador de caballos y detective de profesión. Su señora madre, Anoland Bellido de Luna, (q.e.p.d.) nació en Regla, en Cuba, dando a luz a cinco hermanos que conformaron una muy digna familia. Un abuelo, el paterno era de Louisiana, en Nueva Orleáns, siendo la abuela materna de Galicia, España. Hay referencias históricas obligatorias que coaligan ambos polos (La Habana-Nueva Orleáns), señalando como la negrura primó en las partituras de su devenir artístico. Así, en tan cálida familia se escuchaba la radio como si fuera el evangelio, cuyos pasajes provenían de todos los géneros, cultivando el gusto por ella y educando al oído.
Las primeras letras le permitieron ganar un concurso de cuentos a los 6 años y desde esa fecha sostiene, enfáticamente, que “en el Caribe la gente se reinventa a si misma”. Vivían en una casa de dos cuartos, no sabiendo lo que era la pobreza hasta que salí del barrio. Su hermano mayor Luis (‘Chichito’) a quien conocimos en Miami y luego hemos conversado mucho con él en Lima nos confirmó esas vivencias. El piano de doña Anoland y su participación en radio novelas, son los primeros recuerdos de Rubén, donde la abuela fue la gran figura familiar. Lo llevaba al cine para disfrutar del aire acondicionado, trasmitiéndole los principios del yoga que ella practicaba; lo hizo leer y estudiar, siendo tan psicoanalítico su recuerdo, que hasta hoy tiene presente el ‘olor de su perfume’. Cuando tenía 12 años el Rock de Frankie Lymon y como él describe, “la guitarra proletaria de Elvis Presley” formatearon su inocencia, preguntándose: “si ellos lo pueden hacer, ¿porque yo no?”.
La adolescencia le ha significado una gran fortaleza espiritual y anímica, debiendo señalar, toda la riqueza que debe guardar en el sub-conciente. Con las dificultades y la estreches económica, la familia Blades nunca desprotegió a la prole; por el contrario, cualquier vicisitud era vencida con el cariño, la palabra y el diálogo, importantísimos condicionamientos que aflorarían en el futuro en sus realistas y concientes canciones. A los diez y seis años los sucesos de 1964, cuando no se izó la bandera nacional en la Zona del Canal, hecho que causó 24 muertos, lo hizo repensar su ‘nordomanía’, (lo hispanoamericano primero sin incurrir en el defecto tradicional de desdeñar los adelantos del país del norte) al decir del prestigioso intelectual uruguayo José Enrique Rodó (1872-1917), autor de Ariel, su obra maestra, y su clásicos Prosas Profanas (1899) y Los Nuevos Motivos de Proteo (1927), libros que nos han enseñado a pensar y reflexionar.
Ingresa a la Universidad Nacional de Panamá a estudiar abogacía, pero el bichito de la música lo hace perseverar y acompañándose con su guitarra, se incorpora al Conjunto Latino de Papi Arosemena, pasando luego a cantante estelar de Los Salvajes del Ritmo [sello Lucuso # 5566003], una singular aventura, donde ya nos hablaba de “Guaguancó del Solar”, “No Vuelvas Mas” y “La que se Fue”, producción que hoy es un invalorable trofeo de los coleccionistas. Desde los claustros universitarios se tiene que enfrentar a lo señalado en el segundo párrafo de éste ensayo; el Decano y los profesores no veían bien sus actuaciones de rumbero, dejando momentáneamente los escenarios pero no la música. A los veinte años viaja a Nueva York con las facilidades de un pasaje conseguido por su hermano Luis, que trabajaba en Pan American Air Lines. Allí conoce al empresario disquero Pancho Cristal, que después de escucharlo y verlo cantar y actuar, lo hace grabar en 1969 con el pianista Pete Rodríguez y su Orquesta en la producción De Panamá a Nueva York [sello Alegre – LPA 885], donde el tema “Juan Gonzáles” fue uno de sus primeros aportes. Hay que enfatizar, para contrarrestar la leyenda, que sus padres nunca se opusieron a sus inclinaciones artísticas; sí se debe resaltar que su recordada señora madre, doña Anoland le exigió, severamente, que antes que nada el tenía que terminar sus estudios y después podía tomar el rumbo que desease.
Termina la universidad en 1974 permaneciendo en su patria pese a las durísimas condiciones que la dictadura del General Noriega, conocido como ‘Cara é Piña’, le imponía a los opositores. La turbulencia política logra pretender involucrar a su padre en un caso muy serio, demostrando con gran esfuerzo que no tenía nada que ver con el tema. Sabiendo que su único camino era hacerse colaboracionista, toda la familia se marcha a Miami en las más precarias condiciones. No conocía a nadie lo que le imposibilitaba que pudiera desenvolverse, no siendo su título de abogado válido en U.S.A. Parte unas semanas después rumbo a Nueva York a buscar a sus amigos, los que le consiguieron un puesto de mensajero y de distribuidor de correo en la empresa del sello Fania Records, trabajo que lleva adelante con la dignidad que le conocemos. Empero, los fines de semana se hizo de varias amistades a quienes les mostraba y/o le cantaba sus temas. Tenía que llegar la ocasión y ésta se produjo cuando fue invitado a una audición privada.
Cuando conversé con Rubén en San Juan de Puerto Rico en junio de 1983, en entrevista que grabamos para Canal 9 – Andina de Televisión, le mencioné que había sido el gran conguero y director de orquesta Ray Barretto, quien le diera la gran oportunidad, confirmando éste nuestra aseveración. No debemos olvidar que el año 1973, fue muy movido en la ‘Gran Manzana’. En los alrededores, Ismael Quintana dejaba a Eddie Palmieri; Ismael Miranda a Larry Harlow; Héctor Lavoe a Willie Colón y Adalberto Santiago y varios músicos se apartaron de Ray Barretto para independizarse y formar La Típica 73. Tiene que dejar su puesto que le había permitido subsistir en la compañía de discos Fania y se incorpora a la Orquesta de Barretto, cuyo cantante, Tito Allen, había decidido hacerse solista.
Sin embargo, interviene con los mejores músicos en El Bueno, El Malo y El Feo, alternándose con Héctor Lavoe y Willie Colón [Fania Records – SLP 00484], cantando un tema de su inspiración: “El Cazanguero”. Es ‘vox populi’ que su talento fue casi de inmediato reconocimiento, ya que actuaba con gente fogueada y famosa; eran ellos, Las Estrellas De Fania, siendo él, prácticamente, un novato y un gran desconocido. Luego graba Barretto [Fania Records, año 1975 – SLP 00486], hoy el disco original en 33 rpm más buscado y de mayor precio en el mercado de los coleccionistas. Alternando en la parte vocal con Tito Gómez, Rubén canta de su inspiración “Eso es Amar” y “Canto Abacuá” además del viejo y renombrado “Ban Ban Quere” de Calixto Varela y “Vale más un Guaguancó” de Catalina ‘Tite’ Curet Alonso. Luego aparece un disco en vivo grabado por el gran ‘Manos Duras’ en el Beacon Theatre en Nueva York con invitados como los maestros Tito Puente y en la flauta Artie Web, cantando Rubén “Ban Ban Quere” con una maravillosa introducción que conmovió a los melómanos Tomorrow [Ray Barreto (Live); sello Atlantic SD 2-509].
PENSANDO EN VOZ MAYOR
Corría el año de 1976 y teniendo su domicilio en ‘la selva de cemento’, debe resolver su situación migratoria. Cuenta en un video (Concierto Mayor) que Ismael Rivera le dio muy buenos consejos. Se dedica a escribir canciones que impactarían en un futuro, lo que él llamó posteriormente, “la salsa narrativa”. Haciendo coro en diversas grabaciones, un día glorioso Willie Colón le propone incorporarse a su orquesta que estaba en receso. La unión no pudo ser más fructífera. Graban un memorable disco, Metiendo Mano [Fania Records, año 1977 – 00500], cuya numeración podría revelar pronósticos favorables; faltaban unos años para celebrar los quinientos años del descubrimiento de América. Tres de ellos (de nueve (9) que contenía la producción) fueron los más solicitados en el programa de radio: “Pablo Pueblo”, arreglado por Luis ‘Perico’ Ortiz (“Regresa un hombre en silencio de su trabajo cansado, su paso no lleva prisa su paso nunca lo alcanza; lo espera el barrio de siempre con el farol en la esquina, con la basura allá enfrente y el ruido de la cantina”), “Según el Color” (recoge los versos de Campoamor y les da forma: “Nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira” y “Plantación Adentro” (los horrores de la plantación o ingenio y la difícil interrelación entre el mayoral y los esclavos).
Nos reveló que el disco se demoró casi un año en que el mercado lo aceptara, resaltando que fue Willie Colón un convencido de la calidad de las letras, defendiéndolo él mismo a capa y espada, no solamente en la compañía Fania, sino también entre los siempre agoreros y envidiosos comentaristas, críticos algunos incapaces de crear nada. Podemos encontrar en la Revista Descarga.com, correspondiente al catálogo 98/99, (página 29), una de las más autorizadas y buscadas fuentes informativas de música latina en Internet, <www.descarga.com> unos comentarios muy serios y debidamente estructurados. Transcribimos literalmente con la correspondiente traducción: “la asociación del cantante en 1977 con Willie Colón incluye la prototípica composición de “Pablo Pueblo” y una romántica toma del bolero “Me Recordarás”, con un solo de guitarra por el virtuoso Yomo Toro” (Mark Houston en el catálogo 96/97) “Blades y Colón fueron la perfecta combinación y esta es uno de los mejores esfuerzos de colaboración en la salsa de los 70tas. Todo lo que tengo que decir es que ésta es un clásico” (Raúl Rico en el catálogo 94/95).
La siguiente producción es a nuestro entender, el icono del género. Siembra [Fania Records, año 1978 – 537] tiene un valor constante y un peso específico que hace, textualmente, empalidecer a cualquier grabación de la época. Si no ganó el Grammy fue porque en sus inicios no se entendió y además venció el plazo para inscribirla en la Academia Norteamericana de las Grabaciones Artes y Ciencias (NARAS por sus siglas en inglés). A continuación citamos debidamente unas referencias que aparecen en la Revista Descarga.com (Ibidem) descritos por distinguidas autoridades de gran calidad, difíciles de ser mejoradas. “Esta es la piedra preciosa de la colaboración Blades/Colón. Muchos dicen que ha sido el disco más vendido de todos los tiempos. El material clásico que contiene, incluido ese himno que es “Pedro Navaja”, raya en la excelencia” (Descarga.com). “Es una gran producción que debió haber ganado el Grammy de ese año. Rubén está en su mejor momento escribiendo un material fabuloso. Mis favoritos son “Plástico” y “Pedro Navaja”. (Larry Harlow, catálogo 96/97).
En una grabación en vivo, Rubén Blades Live, realizada en Latin Star Roadhouse, N.Y.C. octubre 28 & 29, año 1989 [sello Electra año 1990 # 9 60868-2], al presentar el tema “Pedro Navaja” (que fuera arreglado originalmente por Luis ‘Perico’ Ortiz), Rubén Blades le comenta a los asistentes “que en la compañía que no voy a mencionar” le dijeron que el tema era muy largo; que había que recortarlo y quitarle tanta temática; que los compradores de discos no lo iban a entender y peor aún, bailarlo. Palmaria demostración de la miopía que algunos sentían por sus composiciones, no sabiendo distinguir el tronco de las hojas; mayor aún, pidiéndole a un artista que descuartice su creación para darle gusto a empresarios retrógrados. Su éxito se mantiene hasta hoy y es la gema con unos quilates imposibles de medir. Conversando con Rubén Blades en Junio de 1983 para el programa de Radio y luego de Televisión Maestra Vida, nos contó que el grupo Teatro de los Sesentas la escenificó, derechos que él cedió, hecho que se ha vuelto a repetir, en otras condiciones con una puesta en escena, debiendo subrayarse la magnifica participación del señor Gilberto Santa Rosa. (2003-2004).
En el año 2003, le celebraron en Puerto Rico Los 25 años del Lanzamiento, extraordinario evento organizado por la Radio más importante del Caribe: la Z-93. Se homenajeaba a los siete (7) temas que contiene Siembra, piezas maestras que perdurarán en el tiempo, sirviendo persecula seculorum, como referencia obligatoria de su genialidad. Los señores músicos que intervinieron, todos son de la más alta escuela, consiguiendo un sonido apoteósico. Cada uno de ellos tiene un significado, una razón de ser, la explicación de lo que acontece, las latitudes adonde se dirigen y su confluencia. Sencillamente decimos que cuando apareció, nos asombramos de la ingeniosa fuente e inspiración ‘Bladesiana’. Con el tiempo nos hemos dado cuenta que es un artesano de lo objetivo, pródigo en registros, episodios y circunstancias.
Bohemio y Poeta [Fania Records 541], es una producción que convoca sus buenos temas grabados anteriormente, algunos originalmente con Fania All Stars, arreglados por Jay Chataway y re-arreglado con una mejor clave de sol por Louie Ramírez. Su letra es acorde con las circunstancias del barrio, incluyendo “Sin tu Cariño”, “La Mora”, “Me Recordarás” y “Paula C”, entre otros. La ‘pepa de oro’ es el que dice: “Son las cinco de la mañana y ya amanece, Juan Pachanga bien vestido aparece. Todos en el barrio están descansando y Juan Pachanga en silencio va pensando, que aunque su vida es fiesta y ron, noche y rumba, su plante es falso, igual que aquel amor que lo engañó”.
Años atrás, Willie Colón había hecho para una cadena de Televisión El Baquiné de los Angelitos Negros, sobre un tema escrito por el venezolano Andrés Eloy Blanco y que trata de una ceremonia a un niño que se va al cielo. Luego el gran judío maravilloso Larry Harlow graba Hommy, un canto operístico que cuenta la historia de un niño ciego que recobra la visión, girando su mundo en torno al barrio y sus personajes. Como dice un periódico de La Isla del Encanto, estaría a punto de reestrenarse a finales de éste año. Sus personajes incluían a Celia Cruz, Justo Betancourt, Heny Álvarez, Cheo Feliciano, Junior González y Adalberto Santiago. Durante el invierno de 1979 se rumoreaba que en la gran manzana una curiosa novedad revelaría los acontecimientos diarios de un barrio latinoamericano, hecho que sería para quien suscribe, de seminal importancia.
Cuando aparece Maestra Vida I y II [sello Fania, 576 y 577, año 1980], un músico drama ambientado en un barrio latinoamericano, la sorpresa y el impacto fueron mayúsculos. Con un admirable respaldo musical, se habla de Focila (folclore de ciudad latina), bajo un argumento familiar y amical, que pasa de la casa a la calle y de allí a la cantina y otros. Su sintaxis es abierta, empleando el lenguaje como si éste antes no hubiese existido. Nos asombra su verbo y su diáfana imaginación, la que revestida de una retórica caribeña, eslabona los hechos con singular destreza. Sus tributos a “Manuela” y “Manuela, Después”, son la descripción de la chica más linda primero, para luego formalizar su rol de madre y esposa. Con “El Nacimiento de Ramiro” se festeja un acontecimiento en que todos intervienen, el mayor éxito de la producción, vigente hasta hoy en las radios. Siguen “Carmelo”, “El Velorio”, “El Entierro” y el tema por el cual hemos señalado la razón de ser nuestro programa: “Maestra Vida”. La edición de El Nuevo Día Interactivo en Puerto Rico, del 24 de mayo último, anuncia que ya está por salir Cantares del Subdesarrollo, como la secuela de Maestra Vida III, donde se enfocará la soledad y muerte de Manuela y Carmelo, abandonados por su hijo Ramiro. Se recrea en el Solar de los Aburridos y se describirá el barrio Salsipuedes. Incluirá canciones como “El Tartamudo”, “Un País”, “Segunda Mitad del Noveno”, “Las Calles”, “A la Virgen”, “El Reto”, entre otras.
La vertiente continuó con una creatividad oceánica, pues su talento le hacía producir una música de óptima calidad. Llegó con un cargamento de ingenio en Canciónes del Solar de los Aburridos [Fania JM – año 1981, 597], donde el agresivo “Tiburón” nos rememoraba las intervenciones; “Te Están Buscando” era una especie de advertencia a no portarse mal porque te puede caer ‘la jara’: “Te andan buscando unos tipos que cuando eran niños sus mamás no los querían y ahora que están adultos se las pasan repartiendo bofetadas”. Cierra su grabación con “De qué”, una canción que explica “De que te vale tener si no sabes que hacer con lo que tienes, de que te vale la pinta de que te vale el Mercedes” revelando su autor una honestidad que confirma su impecable estilo y vena creativa, sustentando que las apariencias no tienen ningún peso específico, recordándonos para el efecto, su genial tema “Plástico”. Como se suele decir que ‘la gota horada la piedra’, no mediante la fuerza, sino en virtud del continuo goteo, así nos daríamos cuenta con los años, que su talento y su voz invadiría lenta pero firmemente el planeta, enseñándonos que, además, la música no sólo es para bailar sino también para pensar. Encontramos que la perspectiva ‘Bladesiana’ es un ejercicio de tensiones inusual en el género, por ello su doble valor; es didáctico y novedoso, atrevido y peligroso con sus metáforas, las que despiertan la imaginación, haciéndola única. Su código por el contrario no es hermético y sus referencias, ancladas en el barrio, nos permiten comprender lo que algunos llaman ‘difícil/fácil’; una prosa descriptiva y delirante, pero real. Su última presentación con Willie Colón fue en el Waldurne Auditórium en Berlín en 1982, después del Festival de Cine. Era obvio que Willie quería hacerse solista y que por su lado, Rubén estaba en la búsqueda de algo propio, personal e íntimo, inclinación que lo venía persiguiendo. Tenía un proyecto y se acercaba la hora de realizarlo plenamente.
En la conversación que sostuviéramos en el Hotel Condado, en San Juan de Puerto Rico, nos comentó que había tenido un encuentro con el cine y los muchos puñetes que recibió al hacer la película que lo inicia en el cine, La Última Pelea. Hacía el rol de ‘Kid Clave’, un homenaje al desaparecido boxeador Salvador Sánchez. El papel de mafioso lo hace Willie Colón, interviniendo también Fred Williamson y el empresario del rubro Don King. [Video año 1993 -MPIV 616]. Esta fue una de las razones para que junto con la música de la cinta apareciera su nuevo disco con Willie Colón La Última Pelea [sello Fania – JM 616, año 1982], con versiones como “Yo Puedo Vivir del Amor”, “Cimarrón”, “Y tu Abuela Dónde Está”. Siguen diversas producciones, que siendo interesantes, no tienen la dimensión de las anteriores y que seguramente fueron para cumplir con sus obligaciones contractuales. Dejó grabados tres álbumes El Que La Hace La Paga [Fania Records, año 1982, 624], Mucho Mejor [Fania Records – JM 630], y Doble Filo [Fania Records – #645], Años después, incluidas varias recopilaciones, aparecería una edición de Rubén Blades con Cuerdas [Fania Recors- año 1988, 648].
CON UN SONIDO PROPIO
Corría el decisivo año de 1983, cuando emprende el camino de hacer su grupo musical. Lo había pensado y meditado, volviendo, estamos seguros, a sus inicios juveniles cuando cantaba los éxitos de Cheo Feliciano con Joe Cuba, en especial “Guaracha y Bembé”. Todo hacía presagiar que formaría un sexteto, confirmándonos a sus integrantes en la entrevista hecha en el Hotel El Condado. Es decir, no tuvo por tanto el gravísimo dilema de Parménides (510-470 a.C.) que decía que nada puede cambiar, sino por el contrario, la aseveración de Heráclito (540-480 a.C.) de que todo cambia y que las sensaciones son de fiar. Por ende, Rubén diseñó a su medida lo que venía buscando hacía años; modificó, mudó y transfiguró su agrupación a la formación de un típico sexteto, que nos llenó de entusiasmo. Estaría reinterpretando con sólidos argumentos los paradigmas y contradicciones que anteriormente afloraron, ingresando en dimensiones desconocidas y turbulentas. Sus oyentes y seguidores seríamos puestos a prueba una y otra vez, para comprender situaciones que nunca se escribieron en las partituras, hecho que alguna vez lo hizo inalcanzable de momento, obligándonos a juntar, el seso y el oído, la cadera y los pies.
Podemos hacer una referencia comparativa al juguete más genial del mundo: El Lego. Aunque tengan distinta forma y color, al decir del autor noruego Jostein Gaarder, todas las piezas pueden ensamblarse con otras. Así el tronar de los trombones dio paso al vibráfono, con ritmo y bajo, cubriendo sus pretensiones y juntándose los instrumentos uniformemente. Sin extrañar el sonido que lo había acogido, sigue en su línea narrativa, conformando esa unidad musical con seis auténticos virtuosos, girando 180° grados, y no haciendo extrañar los vientos que identificaban sus anteriores producciones. Logró un delicado equilibrio, que como el juguete antes mencionado, se acopló y machihembró, presentando al mundo un sonido que se hacía extrañar y que por ende, era único. Como en El Principito de Antoine de Saint Exupery, “es dar el paso, siempre un paso hacia delante”, dejando atrás un camino para emprender el recorrido de otro, esta vez, propio. La realización fue una inmensa satisfacción..
En el libro El Reino de la Imagen de José Lezama Lima, (1910-1976) [Biblioteca Ayacucho y Eloisa Lezama Lima, Caracas, Venezuela, año 1981, 609 páginas], el prólogo de Julio Ortega señala que el maestro cubano decía que “Sólo lo difícil es estimulante”, referencia y denotación de un autor dotado “de un espacio propio, por un ámbito fecundo, pródigo en registros y en su capacidad de conversión verbal; ergo, un artesano del sentido”. Esta es una referencia obligatoria en la vida de Rubén Blades, quien siempre se ha puesto vallas imaginarias que lo obligaban a desarrollar unas páginas revestidas de contenido social y humano, las que se enmarcan en una sonoridad que ha significado lo que la acepción inglesa define como crossover: “ir más allá de allá”.
Ha invadido espacios que nunca nadie pisó, con una lírica que enfrentó lo usual para abrir compuertas de lo que antes jamás se había siquiera esbozado, haciendo que el auditorio reflexione ante premisas tan claras y referencias tan sutiles. Es, contrariu sensu, no un epígono, pues no sigue las huellas de nadie, ni de una escuela o un estilo de una generación anterior, sino es un creador. Lo anterior se ajusta a la clarísima descripción que hace Daína Chaviano en País de Dragones [Espasa Calpe, S.A.- Primera Edición: abril 2001, Madrid, España, página 68] cuando define que “la invención es el soplo del alma. Cuando el alma crea, el universo se cubre con una sinfonía de esplendores que ni siquiera la tierra se atreve a igualar”. Se ponía así la música al servicio del hombre y sus costumbres para trasmitir oralmente, argumentos que se utilizaban en otros terrenos, logrando que se baile y se pueda pensar al mismo tiempo. Es la excepción que confirma la regla al lograr amalgamar, que la música patogénica y la logogénica sean, por fin, una sola.
Solamente conocía a Oscar Hernández quien fue el encargado de presentarle a quienes serían parte del sexteto. Los señores Ralph Irizarry, Mike Viñas, Eddie Montalvo, Luis Rivera y Ricardo Marrero se reunieron en el departamento de Rubén de la calle 81 en Nueva York, impresionándolo por ser gente coherente y muy inteligente. Los ensayos se llevaron a cabo en el Boy’s Harbor, logrando obtener un sonido propio figurando como un proyecto independiente; esto es, no tenían disquera. Un amigo de Rubén, el señor Bruce Lundwall que trabajaba con el sello norteamericano Elektra escuchó los ensayos, interesándose por el proyecto y llevándolos a su casa editora.
Cuando entrevistamos al empresario Rafo Muñiz, éste nos adelantó casi un año antes lo que sería el próximo trabajo de Rubén Blades y los Seis del Solar: Buscando América. Es menester señalar que Rafo había producido en el teatro de Bellas Artes Una Sola Casa Unida: Latinoamérica con Willie Colón y Rubén Blades, acompañados de la Filarmónica de Arturo Somohano, dirigida por los maestros Lito Peña y Héctor Garrido. Se adquirió de TELELUZ – Canal 7 junto con otras cintas y grabaciones hechas especialmente para pasarlas en Lima. Sería un acontecimiento inolvidable, pues era la primera vez que cantantes, directores y músicos estaban vestidos con el clásico smoking, hecho que le daba a las canciones de ‘el barrio’ un aire de solemnidad. Willie y Rubén hicieron gala en su actuación, alternándose uno a uno en las secuencias, dejando para la posteridad un documento fílmico realmente hermoso. Cuando apareció el novísimo trabajo de Rubén en una disquera ajena al género, [sello Elektra # 9 60352-1, año 1984], sentimos como si nos encontráramos en el aula de clases, donde la pizarra estaba vacía hasta que a su hora, llega el profesor para llenarla de conocimiento.
Fue Buscando América un impacto generalizado en el mercado mundial por la altísima calidad de la producción. Es según nuestra opinión, del mismo material con que se tejen los sueños y las ilusiones, las esperanzas y los deseos. No es Rubén Blades estrictamente un salsero; hace buena música y punto. Al examinar “El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés”, (homenaje a Monseñor Arnulfo Romero quien junto con su ayudante fueran asesinados cuando oficiaban la Santa Misa), el pequeño “se murió sin ver jugar a Pelé”. Con la versión de “Desapariciones”, “GDBD” (Gente Despertando Bajo Dictaduras), y el título que ilustra el nombre del disco, “Buscando América”, “Te estoy buscando América y temo no encontrarte”, podemos sin ningún rubor afirmar que es, con las anteriores, un arco de canciones que van desarrollando una vida y una prosa desconocida hasta entonces. Cuando escuchamos “Todos Vuelven” de nuestro gran César Miró, le encontramos el ángulo exacto a la canción, que a pesar de haber sido grabada anteriormente por Virgilio Martí y Celio González, hoy se ha convertido en su voz en el himno del regreso de los emigrantes, sin distingos de raza o nacionalidad. Ése año hizo para la Televisión “Raíces del Ritmo” personalizándose. Como luego declararía para una entrevista del programa Personas: “Soy en la actualidad una mejor persona, menos egoísta que acepta su mortalidad con una actitud de responsabilidad continua”.
Esa catarata a raudales de inspiración y sentimiento seguirían en Escenas [sello Elektra, año 1985, 9 60432-2], un esfuerzo de inmejorable calidad, donde cambia el vibráfono por el sintetizador y agrega una batería. Desde la portada, el disco se puede ubicar como uno de los trabajos más logrados. En “Cuentas del Alma”, narra los dolores existenciales, “Las penas y la angustias de una madre de la que el joven no se percata; lo doloroso que es crecer viendo a su progenitora enterrada en la amargura y el dolor de la interminable noche; entendiendo finalmente que no se pueden pagar las cuentas del alma”. Al escuchar el surco cuarto, sentimos que la piel se nos eriza al escuchar el familiar tumbao, seguido de la historia que esperábamos; nuevamente está Pedro Navaja en la escena. Es la “Sorpresa” de un delincuente que se aparece de súbito en el callejón con una Mágnum y le pide al borracho que le entregue todo; éste temblando le entrega lo que ha encontrado en la calle: Una ‘Smith & Wesson’, unos pesos y un puñal, preguntándole el maleante, ¿Qué haces tu con todo esto?; resaltando un apoteósico coro que dice: “A veces hablar resulta esencial; pero otras veces es mejor callar, porque a veces hablar resulta un error mortal”. Con “Caína” hay una extraordinaria descripción del daño que causan las droga y cómo te envuelven y afectan fatalmente, explicando “Que al llegar al aeropuerto de Miami, hasta los perros te huelen”. En la 29ava. Ceremonia de los premios GRAMMY recibió su primer gran trofeo por Escenas.
ENTRE LA MÚSICA Y EL SÉPTIMO ARTE
Ese año graba su segunda película, Crossover Dreams [Original Motion Picture Soundtrack, Electra Records Company, año 1986, 9 60470-1 -E], haciendo el papel de Rudy Veloz. Hay una memorable actuación de Virgilio Martí y un Super All Stars con Tito Puente y Alfredo ‘Chocolate’ Armenteros, junto a otros grandes. Al año siguiente aparece un Video, El Retorno de Rubén Blades con escenas de su graduación en la Universidad de Harvard, donde había hecho una Maestría en Derecho Internacional Público, algo insólito en un artista del medio. Tiene declaraciones muy importantes sobre su vida y la interpretación escénica de cinco de sus canciones.
Fue la Editorial Oveja Negra [Primera Edición, 119 páginas, Julio de 1979, Bogotá. Colombia] la encargada de publicar Ojos de Perro Azul de Gabriel García Márquez, que contiene once cuentos que se escribieron entre 1947 (La Tercera Resignación) y 1955 (Monólogo de Isabel Viendo Llover en Macondo). En 1987 aparece una poética inspiración, Agua de Luna [sello Electra – División de Warner Comunications Inc. – 9 60721-2], ambicioso proyecto que encierra la musicalización de esas narraciones. En “Isabel” (coro: “Cae agua de luna en Macondo limpia un pecado inmortal”), pasando por “Ojos de Perro Azul” (“mirando gente que se ha dado a la fuga, pueblos huyendo en confusas retiradas, viendo su huída convertirse en cita, pues del encuentro con la verdad nadie se escapa”) y con “Claro Oscuro” (“la gente esta preocupada porque está sintiendo al revés, y aunque la radio no diga nada, todos saben porque”), el trabajo denota un esfuerzo superlativo, hecho que lo distingue y lo distancia. Nos declaró su admiración por Jorge Luis Borges, señalando que García Márquez, según su opinión, es Caribe, sintiéndolo más propio. Los empresarios se percatan que la gente acude a sus presentaciones y no baila, lo que les afecta el consumo, resultando que se incline, mayoritariamente, por los conciertos.
Hacía once años que sus composiciones le daban un aire nuevo al género, interpretadas por su autor en una onda longitudinal que cubría espacios redescubiertos para los melómanos. Sin embargo, también lo había hecho para las grandes estrellas; basta recordar lo que pasaba en 1976. Rubén Blades ya le había escrito “Guaguancó Raro” a Ricardo Ray & Bobby Cruz; para Héctor Castro y el Conjunto Candela, cantando el albino Néstor Sánchez y Carlos Santos las versiones de “Amor Pa’ Qué” y “María Mercé”; La Compañía de Bobby Rodríguez le grabó “El Número Seis” (homenaje al tren subterráneo) y “What Happened”; en la Octava Maravilla de Roberto Roena y su Apollo Sound apareció una novedad; era una especie de ‘Resolución Callejera’, que en su parte considerativa, cual declaración de principios, decía: “Para ser rumbero tu tienes que sentir por dentro, emociones dulces que agitan tus sentimientos; si no naciste con clave entonces no eres rumbero”. También Ismael Miranda hace “Cipriano Armenteros” y seguidamente “Vuelve Cipriano”.
Pero fue para Héctor Lavoe cuando le escribió “El Cantante” donde describió con lujo de detalles lo atormentado que estaba, canción que queda como un tesoro amargo de su vida para la posteridad. En una conversación con Bruce Polin el 1 de diciembre de 1996 (ver www.descarga.com – primera parte) Rubén sostiene que conversó mucho con Héctor Lavoe, aconsejándolo que dejara las malas amistades, que al final “se lo irían a tragar” (sic). En 1988 gira al pop, rock y reggae con Nothing But The Truth cuyo éxito fue “El Síndrome de Miranda”. Grabó junto a Luis ‘Perico’ Ortiz, el Conjunto Quisqueya, Roberto Lugo y Rafael Ithier, bajo la producción de Tony Pabón Entre Amigos, una amical celebración independiente [Collectors Series Corporación – 527], donde hizo el tema que los identifica y “Sigo Pa’Lante”, una expresiva canción donde narra los rigores familiares de juventud con dignidad.
El cine lo vuelve a buscar y en 1987 hace Critical Conditión, en la interpretación de ‘Louis’; en el mismo año representa a ‘Carl Jiménez’ en Belleza Fatal; al siguiente La Guerra del Milagro de Beanfield como el ‘Sheriff Bernabé Montoya’ y a fin de año Homeboy haciendo el papel ‘del Doctor’. Compone la canción “Tu y Yo” personificándose para el largo metraje Do The Right Thing. Para la Televisión hace en 1989 Dead Man Out interpretando a ‘Ben’ llamado Un Hombre Muerto Caminando. Cierra la década con la producción Crimen Desorganizado en el rol de ‘Carlos Barrios’ distribuida con el mismo nombre por la cinematografía inglesa.
Con el disco Antecedente [sello Electra – año 1988, 60795], Rubén Blades vuelve al muy solicitado sonido de los trombones y lo denomina Son del Solar. Invita a ‘Papo’ Vásquez y a Leopoldo Pineda, cuyos vientos nos hacen recordar en 1988 el sonido de once años antes. Marc Quiñones se hace cargo del bongó, campana y güiro, con los coros de Tito Allen y Néstor Sánchez. Todos los temas a excepción de “Nacer de Ti” le pertenecen, siendo “Juana Mayo”, “Ave de la madrugada, de tristeza disfrazada, con perfumes y carmín, donde anónimos señores sacan a pasear dolores a un jardín de soledad”, junto con “Contrabando”, “Carga cerveza importada. Trae veinte pantys franceses; trae Marlboro americano y tres radios japoneses; mentolatum y chingongo. Collares de fantasía, postales del Papa de Roma; seis Playboys y baterias” y su emblemático “Patria”, “Son las paredes de un barrio, es su esperanza morena; es lo que lleva en el altar todo aquel cuando se aleja; son los mártires que gritan Bandera, Bandera”. El gran trabajo le mereció su segundo premio GRAMMY, entregado en la 31ava Ceremonia. En 1990 se le abre una nueva vertiente cuando lo contratan para componer la música para la película del gran cineasta Sydney Lumet Q & A (Preguntas y Respuestas).
Sigue la línea con la producción Caminando [CD Sony – año 1991 – 080593], con la importante transnacional Sony Discos Inc., grabado en el estudio Sound Ideas de Nueva York por el ingeniero Jon Fausty, la mayor autoridad en equalización de sonidos en la industria. Tienen los temas una gran aceptación, siendo el más solicitado “Camaleón”, con que enfoca uno de los graves pecados capitales: la envidia: “¿qué es los que pasa camaleón? calma la envidia que me tienes, aunque tu cambies de color, yo se por donde vienes. Yo te conozco camaleón, lo que te está volviendo loco es que tu has visto poco a poco, que tu maldad no me hace daño; que estoy mas fuerte cada año y eso te está rompiendo el coco”. Debemos recordar que sobre el tema escribimos en el Diario Expreso el 28 de setiembre de 1999 La Cantera del Éxito donde señalábamos que: “La cantera del éxito está cimentada en la sana rivalidad, el forcejeo civilizado y la permanente motivación para seguir mejorando. Nada es más dañino que la envidia, que colisiona con la grandeza que tiene el hombre para saber superar sus dificultades”. Por ello es saludable señalar lo que Plutarco decía: “El brillo de la gloria achica la sombra de la envidia y la hace desaparecer”.
Entre 1990 y 1995, Rubén Blades se dedica casi por entero al séptimo arte, desenvolviéndose con gran naturalidad y disfrutando de la aceptación mundial. Hace en este lapso nueve películas para el cine en Hollywood y cuatro para la Televisión. Mo’ Better Blues actuando como ‘Petey’; The Two Jakes en el rol de ‘Mickey Nice’, conocido también en la ciudad como ‘Michael Weisskoph’; The Lemon Sisters, bajo las siglas denominativas de ‘C.W’; Predator 2, escenificando a ‘Danny’; Heart of The Deal; The Super, caracterizando a ‘Marlon’; Life with Mickey, como ‘Angie’s Dad’ y/o ‘dame un chance’; Million to Juan, actuando como el mozo de un bar; El Color de la Noche, representando al ‘Teniente Héctor Martínez’. Para la pantalla chica estelariza, La Historia de Josephine Baker como el ‘Conde Giusepe Pepito Abatino’; La Guerra de un Hombre, bajo el seudónimo de ‘Perrone’; Loco del Corazón, actuando como ‘Ernesto Ontiveros’; y El Milagro en la Carretera Interestatal 880, en el personaje del ‘Pastor Beruman’.
En ese lustro hizo Amor y Control [Sony Discos, año 1992, 80839], que tenía referencias tristes a lo que le acababa de suceder: la pérdida de su señora madre. Se inicia con “El Apagón”, un entusiasta merengue de referencias comparativas a Somoza con Castro, cerrando con “Conmemorando”, en alusión a los 500 años del descubrimiento de América y un positivo “Creo en Ti”. Los temas centrales son un trío de canciones muy sensibles, como una oda; “Amor y Control” (señalando la unión de la familia ante la desgracia), “Canción a la Madre” y “Canción a la Muerte” (la Parca; según la mitología cada una de las tres deidades hermanas: Cloto, Láquesis y Átropos, donde una hilaba, la segunda devanaba y la tercera cortaba el hilo de la vida humana). En 1993 graba un episodio de los X Files, haciendo el papel de ‘Conrad Lozano’ (el código es 4.11), difundido el 12 de enero de 1997.
Encontramos muy ilustrativa la entrevista que Bruce Polin (1/12 /1996) le hace a Rubén en <www.descarga.com> la discoteca S.O.Bs en Nueva York. Allí éste le cuenta que deseaba “reunirse con Willie para reciprocarle lo hecho anteriormente. Las cosas no salieron como pensaban ya que él vivía en Los Ángeles y Willie en Nueva York, donde éste último estaba preparando su carrera para lanzarse como Senador”. Fue el encuentro un acontecimiento para sus seguidores pero sin los resultados comerciales esperados. El disco de Rubén con Willie Colón para la Corporación Sony Discos Tras la Tormenta [Sony Tropical – año 1995, CDT 81498 / 478354 – 2], con arreglos de Marty Sheller (2, 4, 6, 7, 10), Willie (3, 9), Humberto Ramírez (5) y Cucco Peña (1) se puede decir no satisfizo todo lo que se esperaba. De los diez temas, tres de ellos son a dúo; Willie en tres de solista y Rubén en cuatro, con variantes en los coros y los duetos, que no logran convencer totalmente. Se abre la producción con el Homenaje a Héctor Lavoe, escrito por Cucco Peña/ Fernando Rosario, quizás el más logrado. Tiene una línea discursiva con visos de añoranza y permanente ligazón: “Nunca te disfrazaste como el bacalao; al pueblo le entregaste tu amor soneao. Hoy con el gran sonero te has encontrao, y siempre te tendremos del alma agarrao”. En 1995 hace para la Televisión en Puerto Rico el documental Somos un solo Pueblo y al año siguiente Yo Soy del Son a la Salsa, personificándose.
Hace un giro de 180° grados después de Caminando y decide formar el partido político Papa Egoro (Madre Tierra), sobre sus principios ideológicos de activista social, fundamentado en los conceptos humanos que le conocemos y basado en la honestidad que lo caracteriza, la necesidad de cambios en el manejo gubernamental y su deseo de colaborar con su país. Corría el año de 1993, fecha en la que vuelve a su ciudad natal y se embarca en este nuevo proyecto. La única desventaja es que la gente no lo conocía en ésta figura de personaje político. Se reúne de personas de su confianza, estructura un movimiento y hace una meritoria campaña electoral, que en las elecciones de 1994 termina en un tercer lugar, logrando elegir siete (7) parlamentarios.
Le declaró a Bruce Polin en la segunda parte de la entrevista aparecida el 1° de diciembre de 1996 en www.descarga.com que “Era una pena haber perdido; que el país no había cambiado y que no participaría en las elecciones de 1999”. Sabiéndose perdedor, vuelve a Los Ángeles con la frente muy en alto y sigue sus compromisos, en la música y en el cine, como ya hemos visto. La historia se repetiría en el 2003, pero sólo apoyando al candidato del partido PRD. En enero del siguiente año volvió a Panamá a colaborar como ministro de turismo en el gobierno del presidente Martín Torrijos, hecho que culminará en julio de este año (2009) para retomar sus actividades actorales y musicales.
Hemos encontrado dos publicaciones en el Internet que esperamos pronto poder consultar: Rubén Blades de Morton Betty, (en inglés) del 28 de diciembre de 1992, de 111 páginas, editada por Chelsea House Editors y Rubén Blades de Bárbara Cruz (en inglés) del 28 de setiembre de 1997 de 128 páginas, cuyo lanzamiento fue de Enslow Publications. Empero en un estudio sobre cien años de la música puertorriqueña por el mundo, su autor, que anteriormente lo había mencionado en Del Areyto a la Nueva Trova, el Licenciado Dr. Cristóbal Díaz Ayala, La Marcha de los Jíbaros 1898 – 1997 (Editorial Plaza Mayor, Fundación Musicalia Inc. 1998, páginas 163-175-195-200), esboza conceptos laudatorios de su obra y comenta sus principales composiciones, adjetivándolo debidamente.
Estamos en 1996, año en que Rubén decide ser profeta en su tierra. Se reúne con músicos panameños y en los Estudios Origen S.A. graba La Rosa de los Vientos. Un primer significado denota que es un instrumento que ayuda a centrarse en los aspectos comunes esenciales que aparecen en diversas situaciones. Puede ser utilizado para indagar y abrir interrogantes sociales, políticas, económicas, etc, y como formas de pensar y prioridades de diverso ámbito. Como símbolo ha sido utilizado para medir la división norte/sur/este/oeste de los puntos cardinales. También como círculo que tiene marcados alrededor los treinta y dos rumbos en que se divide la vuelta del horizonte; la Línea Rosa, como indicador del paso del tiempo de solsticio a solsticio, la Rosa Pitimini, los Caballeros de la Rosa Cruz, la Rosa Rugosa y la Rosa Náutica, que ayudaba a los navegantes a orientarse con las líneas longitudinales de los mapas., Rubén sostiene: “En mi carrera no existe un álbum que me haya dado mayor alegría y satisfacción que La Rosa de los Vientos”.
Con la misma se distancia de la ¡salsa!, en una repetición de fórmulas, hechos, relatos y situaciones muy emocionales, donde afirma, que no siendo un disco comercial es la realización de sus anhelos y sueños, además con músicos panameños. Abre su producción [Sony Music Internacional-1996, CDT – 81992 / 485061 – 2] con el tema que le da nombre, señalando: “¿Quién dijo que la risa de tanta gente joven tiene que emigrar?; ¿Quién cree que no hay manera de dar a su historia un mejor final? ¡Yo soy de donde nace Rosa de Los Vientos; la azota el vendaval pero crece por dentro!”, continuando con bellas melodías como “Alma de tu Flor”, “Eres mi Canción”; “Un Son Para Ti”, “Vino Añejo”, siendo premiado por su notable trabajo con el tercer GRAMMY de su carrera, galardón entregado en la 39ava Ceremonia del año 1996 como mejor disco en la categoría Latina.
La buena semilla quedó. Se une al grupo Editus de Costa Rica y el 9 de Febrero de 1999 Rubén Blades, siguiendo la senda anterior, escribe lo que sabe que puede y siente para su sensacional producción Tiempos [Sony Music Internacional – CDMI 494410]: “Siempre he deseado producir buena música y punto. Creo suicida el limitar mi potencial creativo condenándolo a insistir en esquemas que, por su repetición, acaban hundiéndolo a uno dentro de la peor mediocridad e irrelevancia. El artista más que deberse al público se debe a uno mismo. Es en la sinceridad de su aporte donde radica el valor de su contribución y no en su lectura o interpretación de que es lo que desean otros que haga. Hacer música no es hacer zapatos o ropa. Implica otro tipo de proceso, de intención” (sic).
Revisando muchas veces su creatividad, en cada una encontramos siempre diversos matices; es como cuando uno revisita un museo y a una pintura renacentista se la encuentra expresiones geniales que aparecen de súbito y en constante variación en su interpretación del original, cuando ella está inmóvil y colgada solitariamente en la pared. Con Editus se puede sentir que se le abrió no una ventana, sino una puerta que le hizo realizar sonoridades desconocidas, redescubriendo lo que su frío inconsciente estaba buscando, sorprendiéndonos con su alcance. Con instrumentos antes no usados, “Vida”, “Sicarios” y “Viento y Madera” son unas manifestaciones vitales que junto con “Hipocresías”, “Encrucijada” y “Día a Día”, nos hace recordar que cuando nace la indiferencia y se anula la conciencia, culpando a los demás de los problemas, la verdad y la mentira no pueden ser una y otra y viceversa. No es música para las caderas; al revés, son para la reflexión y el análisis. En las palabras de presentación para un video promocional dice: “Hay que distinguir entre las retóricas de un planeta ambidextro; que los dedos se conviertan en manos”, sustentando que “quien no se ha equivocado es porque nunca trató y el que no ha pecado jamás vivió” (sic). Confirmando sus premonitorias palabras de que está contento y si puede, nuevamente recibe de los miembros de la Academia de Grabaciones, Artes y Ciencias, su cuarto GRAMMY en la 42ava ceremonia llevada a cabo en 1999, llamando la atención de los melómanos por fusionar exitosamente el género, demostrando que la calidad definitivamente no es una casualidad.
En los años siguientes empieza a trabajar su próximo disco, un proyecto que abarcaría casi todo el planeta. Hace en Hollywood seis (6) películas. The Devill’s Own, protagonizando a ‘Edwin Díaz’; Escorpión de Primavera como el vigilante de fronteras ‘Sam Zaragoza’; La Caja China en el papel de ‘Jim’; La Cuna se Moverá, representando a ‘Diego de Rivera’ y All The Pretty Horses, en el rol de ‘Héctor de la Rocha’. En Televisión interviene en las conocidas series Gideon’s Crossing haciendo el laborioso personaje del ‘Dr. Max Cárdenas’ y Resurredtion Boulevard actuando como ‘Martín’ para el episodio # 3.12, aparecido el día 11 de setiembre del 2002 (primer aniversario de la tragedia de Las Torres Gemelas).
ENTRE EL PRELUDIO Y LA CODA
Han pasado treinta años dentro de los cuales Rubén Blades ha evolucionado como persona, al señalar que “es menos egoísta, más realista y decididamente comprometido”, desenvolviéndose en la música y el cine, como pez en el agua y apuntando hacia objetivos mayores. Es nombrado representante de Naciones Unidas como Embajador Contra el Racismo, un hecho que lo prestigia en el universo, opinando además en temas de medio ambiente. Vuelve al cine (2002) con Assassination Tango resaltando el rol de ‘Miguel’; sigue The Maldonado Miracle (TV – 2003) interpretando a ‘Cruz’; Once Upon a Time (2003) como ‘Jorge’ un inspector del FBI; en Imagining Argentina (2003) es ‘Silvio’; acaba de completar Spin (2004) dándole vida a ‘Ernesto Bejarano’ y esta siendo terminada la post-producción de Secuestro Express.
Compone la canción de “Historias Cotidianas” (2001), “Un Diseño para la Vida” (2001), “Imperio” (2002) y se interpreta a sí mismo en un documental para la televisión (2002): The Palladium: Where Mambo was King; así como la canción “Un Son Para Ti” musicalizada en “La Casa de los Babys”. A fines del año 2003, como un hecho excepcional y nunca visto, grabar un disco que se vende únicamente por Internet desde su leída página Web <www.rubenblades.com>, donde el visitante paga, exclusivamente, lo que piensa es lo justo. Esto en razón a que las disqueras no han promocionado debidamente sus últimas producciones, buscando su independencia y experimentando con la buena voluntad de los internautas. También compone la música para la película Empire que protagoniza John Leguizamo, la misma que tiene pasajes que nos son afines.
Así llegamos a Mundo [Sony Music, año 2002, CDSA 498719] quizás uno de los más grandes logros de toda su carrera, con músicos de diversas nacionalidades. Sostiene que “La tierra no fue creada originalmente por posiciones políticas. La naturaleza ignora donde comienza o termina un país. El espíritu es universal y la vida provine de una fuente común”. Con estas palabras nos presenta una acuarela de canciones, donde diez de los catorce temas le pertenecen, dedicados a los amantes de la buena música. Lo hace más bailable que los anteriores, con líricas que recorren, aunque usted no lo crea, desde la antigua Mesopotamia hasta la tierra de los Incas, incorporando un triste lamento de Escocia, aire de flamenco y ole, junto con una expresión de las Islas de Bali, un lindo guaguancó y son montuno de adentro. En “Estampas”, tema que abre la grabación, hace nuevamente una mención al Club Alianza Lima, hecho que como hinchas del equipo más popular de football del país, nos enorgullece de sobremanera. El cuarteto brasilero Bouca Livre aporta una energía coral inmensa, así como el quinteto argentino De Boca en Boca. Junto con Editus Ensemble, la viva y genial expresión de la música de insuperable calidad, hay segundos violines, violas y cellos. En la 45ava. (2003) ceremonia Anual de los premios GRAMMY, recibió en la categoría de Música del Mundo su quinto merecido premio.
El año 2003, El Banco Popular de Puerto Rico, continuando con su filantrópica y muy meritoria labor de difundir lo afrolatinocaribeñoamericano, presentó tanto en Casset, CD como en DVD, Encuentro [Banco Popular, año 2002, BPPR – 2002] un documental dirigido por Paloma Suau, que nos permite disfrutar de su talento. Con las declaraciones de Juan Luis Guerra, Rubén Blades y Robi Dräco, pudimos conocer de primera mano sus orígenes, vivencias y un apoteósico y majestuoso concierto que recoge los mejores temas de los cantautores. Hecho con un cuidado de alta cirugía, es a nuestro entender una de las muestras más lindas presentadas por esa organización financiera dentro de su prestigioso catálogo. Ojalá en otras latitudes se pudiera seguir su ejemplo, hecho que redunda en difundir las raíces populares, tal como se identifica y difunde en la identificación de esta página web: “La Música es Cultura”.
Hace unos años, el 17 de octubre 2003, tuvimos la oportunidad de tenerlo entre nosotros en un concierto memorable, veinte años después de su última venida. Desde los prolegómenos del mismo, hasta la noche de Los Grandes como se llamó, todo fue una muestra de profesionalismo, donde se conjugaron en la explanada del Museo de la Nación, el arte y el talento de Rubén junto con su hermano Roberto, el señor Gilberto Santa Rosa y nuestra muy querida, la señora Eva Ayllón. La actuación fue epónima y fuimos testigos de un recital de siete horas que nadie quería que acabe. En un momento fuimos abordados por las ejecutivas de la productora Red Planet para invitarnos a saludarlo, habiéndonos acompañado los esposos Vigil-Vilela. Durante veinticinco minutos conversamos sobre muchos temas y cuando le tocó actuar, pudimos todos en comunión disfrutar de sus composiciones. Cuando estaba a la mitad de su recital nos dirigió unas lindas palabras dedicándonos su “Maestra Vida”. Este es quizás uno de los más grandes recuerdos que permanecerán vigentes, no sólo por la deferencia, sino, fundamentalmente, por la calidez de sus palabras. No debemos olvidar que su hermano Roberto y Gilberto Santa Rosa fueron también muy generosos.
Finalmente, debemos señalar el orgullo y la satisfacción de leer en el número 10 del volumen 12 de la prestigiosa revista Latin Beat (Diciembre – Enero 2003) un soberbio artículo escrito por nuestro gran amigo y colaborador de esta página, el señor Agustín Pérez Aldave, el mismo que está resaltado en la portada de la publicación. Cuando el Mundo es el Barrio nos enseña, que asuntos considerados antes de poco gusto y no culturales, pasan a tener relevancia en la misma industria cultural. Enfatiza en la revaloración de la música popular en tanto es primordial en nuestra educación sentimental y formación de una identidad. Allí nos explica el significado de estar “entre el songo y García Márquez”, señalándonos los matices y perfiles de la universalidad de su lírica, mostrándonos al otro Rubén Blades, fuera del cliché salsero y como artista universal.
Colabora con celebridades, pudiendo ingresar a predios y dimensiones nunca antes imaginadas ni soñadas. El respeto que distinguidos interpretes del Rock le tienen, es una muestra de cómo no es un músico del mundo sino un músico para el mundo. Una vez más podemos comprobar que la escuela de la maestra vida tiene su rectorado en el barrio y su decanato en la calle. Su colaboración con la Orquesta Hispana del Harlem interpretando cuatro temas le valió el Grammy 2005, además, estuvo como invitado en el concierto de Ray Barretto en Puerto Rico titulado Toda una Vida, celebrando sus 75 años de prolífica carrera, antes de su fallecimiento. Su producción con Cheo Feliciano, la participación con Calle 13 en el tema “La Perla”, su aparición con los Seis del Solar en los Premios Billboard y su actuación en el 26avo. Día Nacional de la Salsa en Puerto Rico lo coloca nuevamente en la ruta musical salsosa.
Sabemos que desea hacer una producción con su hermano Roberto, e incursionar con un grupo típico haciendo música cubana, así como volver a grabar sus producciones iniciales.
Si al principio de éste ensayo nos lamentábamos de una cierta discriminación que recibía el artista, no por el color de la piel sino por los ámbitos de este género, hoy estamos seguros que después de escuchar sus interpretaciones, nadie podrá objetar su contenido y profundidad. Es el indiscutible trovador de nuestra generación, logrando en tan poco tiempo, haberle dado la vuelta al género y ubicarlo en su correcta dimensión. Que mérito tan grande es el haber logrado que lo que se siente y vive en la esquina, pueda ser tratado, estudiado y difundido, con el rigor y la seriedad de las bellas artes.
Saravá, Familia
DERECHOS RESERVADOS
www.mamboinnradio.com
